Si hay algo que define a la tierra española es su jamón ibérico, el cual es un manjar tan delicioso que personas de otras partes del mundo viajan al suelo español con la ilusión de un bocado. Y es que el jamón representa una cultura gastronómica entera, casi una tradición.
Lo puedes encontrar en tiendas, restaurantes, incluso existen los famosos “Museos del Jamón” y hasta se celebran ferias enteras en honor a este alimento en distintas zonas del país. A continuación, los expertos en jamón ibérico de la más alta calidad de Jagus, nos comparten una lista de los mejores lugares de la Península Ibérica donde catarlo e imbuirse de toda la cultura del jamón.
La Dehesa de Andalucía y Extremadura
Te invitamos a visitar estos pueblos en la temporada de octubre a febrero, fecha en la que tiene lugar la “Montanera”, que es cuando los cerdos ibéricos campan por la Dehesa y comen bellotas.
La Dehesa se encuentra en el suroeste peninsular, entre Andalucía y Extremadura, y se trata de un ecosistema único en el que hay encinas, quejigos y alcornoques, cuyos frutos son las preciadas bellotas, la clave del buen jamón ibérico.
Sierra de Aracena
Comienza la travesía por la Sierra de Aracena, al norte de Huelva. El jamón que encontrarás en esta zona de denominación de origen Huelva.
Te recomendamos comenzar el recorrido por Cortegana, cuyas callejuelas serpenteantes llegan hasta el cerro de su castillo y te irán mostrando su rica gastronomía representada por las tapas típicas del lugar, las migas con chorizo o los “distraídos” (pan con tocino y tomate).
No muy lejos del pueblo, en el campo, llega hasta la Finca Montefrío , un lugar en el que cuentan con casas rurales, restaurante, una granja ecológica y, lo más importante para lo que nos atañe, un espacio para la cría del cerdo ibérico.
Luego, en Jabugo, se encuentran gran parte de los secaderos en los que se curan jamones ibéricos de la Dehesa. Vale la pena visitar todas si eres un gran fan del jamón, pero, también vale la pena tomar en cuenta algunos otros lugares de la región que te muestran todas las fases de producción del jamón y terminan con una degustación.
También es muy recomendable hacer una ruta de tapas por el pueblo para disfrutar su gastronomía en todo su esplendor, por supuesto incluyendo el jamón.
Y finalmente, haz una tercera parada en las montañas onubenses donde encontrarás el pueblo que da nombre a la sierra: Aracena. En el cerro más alto del pueblo se encuentran las ruinas del castillo y sus hermosas vistas son un buen material para fotografía. Mientras que, en la otra punta de la localidad se puede visitar la Gruta de las Maravillas.
En el Museo del Jamón de Aracena, el cual no debes confundir con la famosa cadena de locales madrileña, este es diferente, también se puede aprender el proceso completo de elaboración del jamón, desde que se crían los cerdos hasta que está en tu tostada crujiente con aceite y tomate triturado.
Por último, si puedes visitar esta zona en la época de finales de octubre, disfrutarás de la celebración la Feria del Jamón con numerosas actividades vinculadas al ibérico.
Monesterio
El pueblo de Monesterio es el paso natural de entrada desde Andalucía para la Vía de la Plata, desde la época romana; la cual también forma parte de la ruta del Camino de Santiago.
En este caso, la Fiesta del Jamón se celebra en septiembre y se desarrollan numerosas actividades relacionadas con este producto, que es, sin duda, el motor económico de la localidad. Por ejemplo, una vez de visita, debes ir a su Museo del Jamón; el Monasterio de Tentudía, al que puedes acceder por la pista disfrutando del senderismo y la naturaleza; y por supuesto, no vayas a perderte de la gastronomía del lugar, que, cómo no, se basa en el cerdo ibérico.
Higuera la real
En Higuera la Real, a unos 45 minutos de nuestro destino anterior, se encuentra el Centro de Interpretación del Cerdo Ibérico, parada obligatoria para todo aquel que diga ser amante del jamón de raza.
Fregenal de la sierra
Este se trata de un lugar donde se respira historia y tradición nada más entrar. No hay que perderse su castillo templario, dentro del cual se encuentran la plaza de toros y el mercado de abastos.
También hay que dar un paseo por su casco histórico y sus mágicos edificios blancos, casas palaciegas y las numerosas iglesias, todo fruto de su pasado templario.
Cuando te pegue el hambre, tienes que darte un homenaje digno de la región, con un plato de jamón, un potaje de garbanzos o una carne ibérica a la brasa. Esto acompañado por unas migas extremeñas, un bacalao “engazpachao” o una caldereta de cordero. Todo un deleite gastronómico.
El Valle de los Pedroches e Hinojosa del Duque
En el último lugar, pero no menos importante de nuestra lista están estas extensas dehesas en las que el cerdo ibérico campa a sus anchas con el alimento deseado en forma de bellotas que aportan centenarias encinas y alcornoques, y que constituyen el paisaje del Valle de Los Pedroches, situado al norte de la provincia de Córdoba.
Es una comarca con denominación de origen propia que garantiza una altísima calidad en el jamón ibérico. Entre los pueblos que puedes visitar en la zona, Hinojosa del Duque es uno de los que más llama la atención, por su gastronomía, sus monumentos y lo acogedor de sus habitantes.
Aquí puedes hacer una parada para degustar, no sólo el jamón, sino también sus platos típicos como son el relleno de carnaval, la sopa dorada o el lechón, de lo cual te aseguramos que no te arrepentirás.
Por último, si quieres dar una vuelta por el pueblo, te recomendamos visitar monumentos como la parroquia de San Juan Bautista, a la que llaman la Catedral de la Sierra. Está situada en la plaza principal de la localidad y hace gala de varios estilos: plateresco en su portada, gótico flamígero y el románico de su coro.
También hay otras ermitas y parroquias que merecen una visita, y el museo etnológico, que ayuda a descubrir cómo se vivía en esta región y, sobre todo, la importancia del cerdo ibérico en su economía.