La mayoría de edificios construidos durante los últimos veinte años tienen, para mayor comodidad de sus propietarios, bajos con garajes y trasteros. Al mismo tiempo que esto se ha convertido en un beneficio para los vecinos también ha hecho que pase a ser su calvario puesto que los robos en estos lugares se han convertido en algo casi diario. En Puertas Esma son especialistas en todo tipo de puertas para garajes y trasteros, automatizadas, inteligentes, blindadas, y demás para que la tranquilidad de dueños e inquilinos de dichos edificios sea un poco mayor.
La policía española aconseja tres medidas cautelares a tomar para prevenir dichos robos. Por un lado tener controlador los accesos al edificio, o lo que es lo mismo, esperar a que la puerta se haya cerrado para seguir nuestro camino. Muchas personas salen del garaje o trastero con el coche o caminando y siguen adelante sin pararse a mirar hacia atrás. En esos segundos que tarda la puerta en cerrarse de manera automática cualquier persona ajena a la vivienda puede colarse dentro sin ningún tipo de problema y sobraría con que todos esperasen a ver cómo se cierran dichas puertas para ponerle un poco más difícil el acceso a los posibles ladrones.
Otra recomendación es mantener siempre las puertas cerradas, algo obvio pero que en ocasiones, bien por descuidos o por roturas temporales, se pasa por alto. Y por supuesto, otra recomendación es no almacenar objetos valiosos en el trastero o garaje. Últimamente los robos de bicicletas para revenderlas como objetos propios a tiendas de segunda mano o a través de Internet se han incrementado notablemente, pero si el trastero es el único lugar donde podemos guardar nuestras bicicletas se pueden tomar algunas medidas para minimizar el riesgo de sustracción. Por ejemplo encadenar las bicicletas a un elemento fijo, ocultarlas de manera que no puedan ser vistas desde el otro lado de la puerta o incluso sustituir esa puerta por una de mayor consistencia que nos proporcione mayor seguridad.
Si no podemos evitar que un delincuente entre a robar nuestras pertenencias en el garaje, al menos pongámoselo complicado.
