Así es el proceso de reconstrucción de un motor de coche

Más comentados

Comparte

Reconstruir un motor es un proceso técnico y meticuloso que busca devolverle a un motor desgastado o dañado su funcionalidad original o incluso mejorar su rendimiento. Esta labor, también conocida como rectificación o reconstrucción de motor, no se limita a reemplazar piezas rotas, sino que implica una revisión integral de todos los componentes internos, su reparación o sustitución según el estado en que se encuentren, y su posterior ensamblaje con los ajustes adecuados. Es una opción habitual en motores que han acumulado un alto kilometraje, sufrido daños por falta de mantenimiento o que han presentado graves problemas como la rotura de una biela o el gripado del cigüeñal.

El proceso comienza con la extracción del motor del vehículo y esta etapa requiere desconectar todos los sistemas que interactúan con él, incluyendo la transmisión, el sistema de escape, el sistema de refrigeración y los elementos eléctricos. Una vez fuera del compartimiento del motor, se procede al desmontaje completo. Cada componente, desde la tapa de válvulas hasta el cárter de aceite, se retira cuidadosamente, identificando cualquier signo de desgaste, fracturas, deformaciones o suciedad excesiva. Las piezas se limpian a fondo para poder examinarlas con precisión y determinar cuáles pueden reutilizarse, cuáles deben ser reparadas y cuáles es mejor sustituir.

Una parte esencial de la reconstrucción es la evaluación del bloque del motor, que es la estructura principal sobre la que descansan los cilindros. En muchos casos, el bloque necesita ser rectificado, lo que significa que se mecaniza su superficie interior para devolverle las medidas originales o adaptarla a pistones de sobremedida si el desgaste ha sido significativo. Este trabajo debe hacerse con una maquinaria especializada y una precisión extrema, ya que cualquier desalineación afectaría al rendimiento y la durabilidad del motor reconstruido. Lo mismo ocurre con el cigüeñal, que también puede necesitar ser rectificado o reemplazado, dependiendo del estado de sus apoyos y muñones.

Otro componente clave son las bielas y los pistones, ya que estos elementos sufren grandes esfuerzos mecánicos y térmicos, por lo que su revisión es imprescindible. Si están en buen estado, pueden limpiarse y reinstalarse con segmentos nuevos, pero si presentan desgaste, rayaduras o deformaciones, es preferible optar por piezas nuevas. Las válvulas, los asientos de válvula y las guías también son revisadas y, si es necesario, rectificadas para asegurar un sellado perfecto que garantice la compresión y evite fugas.

Una vez que todas las piezas han sido inspeccionadas, rectificadas o reemplazadas, se procede al ensamblaje del motor. En esta etapa, los trabajadores de Reconstruidos Mober nos apuntan que se utilizan componentes nuevos esenciales como cojinetes, retenes, empaques, juntas y tornillos con especificaciones precisas de par de apriete. Cada parte del motor se ensambla siguiendo una secuencia específica para asegurar que todo quede perfectamente alineado y lubricado. El montaje requiere experiencia, limpieza extrema y herramientas de medición para verificar que los juegos y tolerancias estén dentro de los valores recomendados por el fabricante.

Después de ensamblado, el motor puede probarse fuera del vehículo en un banco de pruebas o instalarse directamente en el automóvil para verificar su funcionamiento. En este punto se comprueba la compresión, la presión de aceite, la temperatura de funcionamiento y se asegura que no haya fugas. Si todo está correcto, el motor está listo para ser utilizado. Durante los primeros kilómetros se recomienda un rodaje cuidadoso, evitando exigencias excesivas para permitir que las piezas nuevas se asienten correctamente.

¿Cuántas horas de trabajo implica la reconstrucción de un motor?

La reconstrucción de un motor puede implicar entre 15 y 40 horas de trabajo, dependiendo de varios factores como el tipo de motor, el grado de daño, el nivel de especialización del taller y si se realiza una reconstrucción parcial o completa.

En un motor relativamente sencillo, como los de 4 cilindros de aspiración natural, la reconstrucción puede estar en el rango de 15 a 25 horas. Esto incluye desmontaje, limpieza, inspección, rectificado de piezas si es necesario, reemplazo de componentes y el montaje final.

En cambio, en motores más complejos, como los de 6 u 8 cilindros, con turbocompresor, sistemas de distribución variable o tecnologías más modernas, el tiempo puede extenderse a 30 o incluso 40 horas o más, especialmente si se requiere mecanizado adicional o si el motor está muy dañado.

Es importante aclarar que esas horas no siempre se concentran en pocos días: los talleres suelen necesitar varios días o semanas para completar el proceso, ya que dependen de la disponibilidad de piezas, del trabajo de rectificadoras externas y de la carga de trabajo general que tengan.

Scroll al inicio