El ajo contiene un compuesto llamado alicina, que tiene potentes propiedades medicinales. Esta planta, perteneciente a la familia Allium (cebolla), está estrechamente relacionada con las cebollas, los chalotes y los puerros., crece en muchas partes del mundo y es un ingrediente básico en la gastronomía popular del país. ¿Quieres conocer más acerca del ajo?
El ajo y sus propiedades
A lo largo de la historia, el ajo se ha usado principalmente por sus propiedades medicinales y beneficiosas para la salud, y ya los egipcios, los babilonios, los griegos, los romanos y los chinos, lo usaban.
El ajo es tan bueno para la salud gracias al compuesto de azufre que se forma cuando se pica, machaca o se mastica un diente de ajo, y que es conocido con el nombre de alicina, el responsable de su peculiar olor. La alicina entra en el cuerpo a través del aparato digestivo y de ahí, al resto del cuerpo, aportando infinidad de beneficios al mismo.
El ajo posee un alto valor nutritivo, pero contiene muy pocas calorías. Un diente de ajo, contiene aproximadamente:
- Manganeso: 23 % de la CDR.
- Vitamina B6: 17% de la CDR.
- Vitamina C: 15% de la CDR.
- Selenio: 6% de la CDR.
- Fibra: 1 gramo.
- Cantidades razonables de calcio, cobre, potasio, fósforo, hierro y vitamina B1.
- Pequeñas cantidades de otros nutrientes: 42 calorías, 1,8 gramos de proteína y 9 gramos de hidratos de carbono.
Además contiene antioxidantes que pueden ayudar a prevenir el Alzheimer y la demencia y la oxidación causada por los radicales libres y que contribuye al proceso de envejecimiento. El ajo contiene antioxidantes que protegen al cuerpo contra la oxidación. Los suplementos de ajo en grandes dosis previene de manera significativamente el envejecimiento celular y la hipertensión. Reduce el colesterol y presión sanguínea, previendo la aparición de enfermedades coronarias. El ajo puede disminuir el colesterol total y LDL, aproximadamente en un 10-15 % . Tras analizar el colesterol LDL (el “malo”) y el HDL (el “bueno”), parece que el ajo puede reducir el LDL pero no el HDL. Pero no disminuye los niveles de triglicéridos.
Los compuestos activos del ajo pueden reducir la presión sanguínea, responsable de enfermedades del corazón y cerebrales, infartos, ictus, angina de pecho, provocadas por la hipertensión. Recientes en seres humanos han demostrado que los suplementos de ajo reducen la presión sanguínea en personas con hipertensión, pero eso sí, en dosis muy elevadas para obtener los efectos deseados: la cantidad de alicina necesaria equivale a 4 dientes de ajo al día.
El ajo es muy eficaz para combatir enfermedades, desde el resfriado común, hasta otras más graves. Un estudio de 12 semanas reveló que los suplementos de ajo reducían el número de resfriados en un 63 %, así como la duración media de los síntomas del mismo, que se redujo en un 70 %. Es ideal para las personas propensas a los resfriados. Si eres una de ellas, añade ajo a tu dieta.
Comer ajo puede ayudar a desintoxicar el cuerpo de metales pesados, debido a sus compuestos de azufre contenidos en el ajo protegen contra el daño en los órganos derivados de la toxicidad de los metales pesados. Disminuye los niveles de plomo en la sangre en un 19 %, así como ciertos signos clínicos de toxicidad, como dolores de cabeza y presión sanguínea.
Además, el ajo puede mejorar la salud de los huesos, e incluso puede minimizar la pérdida ósea al aumentar el estrógeno en hembras. Un estudio en mujeres menopáusicas reveló que una dosis diaria de extracto de ajo seco (equivalente a 2 gramos de ajo crudo) reducía significativamente las deficiencias de estrógeno.Se ha demostrado que alimentos como el ajo y las cebollas poseen efectos beneficiosos en la osteoartritis.