El origen del piano.

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El origen del piano.

El piano, tal y como lo conocemos en la actualidad, es un instrumento relativamente reciente. Tan solo 315 años de antigüedad. Para llegar hasta él se tuvo que poner en marcha un proceso de I+D (Investigación y Desarrollo) aplicado a la producción de instrumentos musicales. Conozcamos cómo surgió el piano y algunos datos sobre cómo ha ido evolucionando hasta el día de hoy.

En el siglo XVII, en plena época del barroco, aparece la música de cámara. Reyes, aristócratas y comerciantes, que habían hecho fortuna gracias al comercio con América, contratan músicos para que les ofrezcan recitales privados en sus casas.

El consumo de música en vivo se convierte en un medio de ocio destinado a las clases más acomodadas. Un concierto de cámara es la excusa perfecta para reunir a la familia anfitriona e invitar a amistades y contactos con la intención de fortalecer lazos.

Estos primeros conciertos de cámara se ejecutan con cuartetos de cuerda. Formados por viola, violines y violonchelo. Organizar un evento de estas características requería ciertos preparativos: Contratar a los músicos, que trajeran los instrumentos y acondicionar la sala.

Ya en ese momento aparece la necesidad de crear un instrumento fijo, a ser posible, que formara parte del mobiliario. Un instrumento en el que solo hubiera que traer a un músico y no hiciera falta retocar el salón.

Hicieron falta más de 100 años para perfilar el instrumento perfecto, el piano. Un instrumento, que como nos cuenta Kristina Kryzanovskaya, profesora de clases de piano en Alicante, con una trayectoria de décadas en la enseñanza musical tanto en Rusia, su país de origen, como en España, se trata de uno de los instrumentos musicales más completos que existen. Permiten que un solo músico interprete piezas compaginando melodía, ritmo y armonía. Algo, para lo que antes, hacía falta como mínimo 4 músicos con instrumentos diferentes.

Los antepasados del piano.

El blog del fabricante de instrumentos Yamaha identifica como el primer antepasado del piano al dulcimer. Un instrumento popular de Oriente Medio que llega a Europa en el siglo XI. El dulcimer era una caja de madera, que funcionaba como caja de resonancia, y que tenía una serie de cuerdas tensadas sobre el marco. Las cuerdas se tocaban golpeándolas con un pequeño martillo. Como si fuera una especie de xilófono.

Durante la edad media existen varios intentos de inventar un instrumento de cuerda percutida que dispusiera de teclado. La idea era que cada tecla se correspondiera con una nota. Facilitando de esta manera el aprendizaje y la interpretación de la música.

Uno de estos instrumentos fue la zanfoña, que disponía de una manivela con una rueda que hacía vibrar tres cuerdas y un teclado conectado a pequeños percusores que las golpeaban. Modelando de esta manera el sonido.

Otro de ellos fue el escaque, conocido en la baja edad media como el órgano de mano. Contaba con un clave vertical inspirado en un arca y un teclado de teclas cuadradas.

El salto más importante que propicia la aparición del piano es el clavicordio. Un instrumento parecido físicamente al piano, que surge en Italia en el siglo XV y pronto se extiende por toda Europa durante el renacimiento.

Aunque más pequeño que el piano, su apariencia física es similar. Cuenta con un clave de cuerdas encerrado dentro de una caja de madera, con una tapa que se puede abrir, y un teclado basado en el que tenían los órganos de las iglesias. Al pulsar una tecla, se accionaba una varilla de latón, llamada tangente, que golpeaba la cuerda, pero se quedaba fijo a ella, sin dejarla vibrar, hasta que se levantaba el dedo.

A pesar de su similitud con el piano, su rango sonoro era más limitado. Tan solo alcanzaba cinco octavas. El volumen del sonido era prácticamente uniforme.

Otro de los instrumentos coetáneos al clavicordio y que inspiraron la aparición del piano, fue el clavicémbalo. Con la forma de un piano de cola pequeño, este instrumento era de cuerda rasgada, no percutida. Las teclas lo que hacían era mover el tallo de pluma de ave, que acariciaba la cuerda, como si fuera la púa de una guitarra, creando de esta manera un sonido suave y delicado. La principal desventaja del clavicordio es que no permitía hacer cambios de intensidad. Tocaba siempre en el mismo tono.

El piano de Cristofori.

En 1709, Bartolomé Cristofori fabrica el primer piano moderno. Según señala el blog Multisón Online lo hace porque el lutier no estaba satisfecho con el sonido de los clavicordios y con la incapacidad de los músicos para controlar el volumen.

Cristofori era el encargado del mantenimiento de los instrumentos en el palacio de los Medicci, en Florencia. A su invento lo bautizó como clavicémbalo col piano e forte; en castellano, Clavicémbalo de sonido suave y fuerte. Al final, el término se acortó y quedó en piano.

Bartolomé Cristofori lo que hace es fusionar el instrumento del clavicordio con el de clavicémbalo y lo perfecciona.

La apariencia externa del piano es la del clavicémbalo, el instrumento de tecla de cuerda rasgada. Con una estética más bella, y con una caja de resonancia mayor que el clavicordio.

Pero su funcionamiento está inspirado en este último. Se golpea la cuerda, no se rasga. Aquí introduce una serie de cambios determinantes. Al pulsar la tecla lo que hace es lanzar una pequeña maza de madera recubierta de cuero que golpea la cuerda y después rebota. Dejando que la cuerda vibre libremente. Frente a lo que hacía el clavicordio, que dejaba el martinete pegado a la cuerda, produciendo un sonido seco.

La otra diferencia estriba en que, pronto, empiezan a colocar cuerdas más gruesas que las que tenían los instrumentos coetáneos. Aumentando de esta manera el volumen y la sonoridad.

El resultado fue un instrumento con un sonido envolvente y una variación de tonos como no se había visto nunca hasta la fecha. Con un poco de destreza, se podía modular el volumen y la intensidad a capricho del músico.

Cristofori llegó a fabricar en vida cerca de una veintena de pianos. Su invento se mantuvo relativamente en secreto hasta que el periodista Francesco Scipioni publicó en 1711 una entusiasta reseña sobre el piano en el periódico Giornale de’ Letterati d’Italia. El periodista había oído hablar del nuevo instrumento musical entre la burguesía comercial italiana y tenía ganas de verlo con sus propios ojos. Hizo todo lo posible para que los Medicci le invitaran a un concierto. Sorprendido por lo que había oído y visto, quiso entrevistarse con el inventor. Fue tal el interés que le suscitó este nuevo instrumento, que en su artículo incluyó un diagrama sobre su mecanismo y una descripción detallada sobre el funcionamiento.

El artículo sobrepasó las fronteras italianas y ya en 1730, el taller de órganos de Sajonia, Silbermman fabricaba sus propios pianos. El maestro Gottfried Silbermann dio a conocer el piano a Juan Sebastian Bach, el compositor alemán más importante de la época. Bach, en un principio, no estaba contento con el instrumento. Alegaba que las octavas superiores eran demasiado suaves para ofrecer un registro musical completo. Silbermman introdujo algunas variaciones, teniendo en cuenta las observaciones del músico. Incorporó, entre otras cosas, pedales para mejorar el control sobre el instrumento. Finalmente, en 1747, Bach no solo dio su aprobación, sino que se convirtió en un gran defensor del piano, utilizándolo con asiduidad en la última fase de su carrera.

Otros desarrollos del piano a lo largo de la historia.

El piano pronto se extiende por toda Europa y América, Convirtiéndose en el instrumento preferido de músicos y compositores. Sin embargo, presenta varias dificultades. Es un instrumento difícil de transportar. Si se instala en un edificio, necesita estar en una habitación grande y espaciosa; y es un instrumento artesano y costoso, que requiere un mantenimiento periódico.

En 1795, el inglés William Stortard inventa el piano de pared, también conocido como pianola. Un piano de dimensiones más reducidas, y más económico. Pubs y salones británicos empiezan a llenarse de pianolas. Un elemento que consigue que la clientela permanezca más tiempo en el local, consumiendo bebidas mientras entonaban las canciones que tocaba el pianista.

La innovación que introduce la pianola es que la clave donde están colocadas las cuerdas se aloja en una caja de madera vertical, a diferencia de los pianos de cola, que están dispuestas de manera horizontal.

El sonido de la pianola es más deficiente que el del piano. Sin embargo, la fábrica Steinway & Sons introduce en 1863 una serie de variaciones como son la instalación de una clave de metal y una serie de cuerdas cruzadas, obteniendo un sonido más parecido al que tenían los pianos grandes.

En los años 60 del siglo XX se inventa en Japón el piano eléctrico. Un instrumento con teclado, que en lugar de cuerdas y caja de resonancia dispone de una serie de circuitos y transistores que imitan el sonido del piano. Permiten experimentar la sensación de tocar este instrumento con unos medios más económicos.

El piano continúa siendo, a día de hoy, un instrumento popular y ha inspirado el desarrollo posterior de los instrumentos de teclado.

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