Los beneficios de las saunas

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Desde las frías tierras escandinavas hasta las termas romanas, la sauna ha sido utilizada durante siglos como un ritual de limpieza, descanso y sanación. En tiempos modernos, su práctica se ha expandido a gimnasios, spas, hoteles y, cada vez más, a hogares particulares, gracias a modelos accesibles y tecnologías que democratizan su uso.

Pero más allá del placer sensorial que produce, ¿qué beneficios reales tiene someterse a temperaturas que superan los 80 grados Celsius en una pequeña cámara de madera? ¿Cuánto hay de mito, cuánto de ciencia?

Este artículo ofrece un recorrido exhaustivo por los beneficios comprobados del uso habitual de la sauna, analizando tanto los efectos físicos como los psicológicos, la dimensión cultural de esta práctica milenaria y las recomendaciones de uso para maximizar sus virtudes.

1. Historia y cultura de la sauna: calor ritual, limpieza simbólica

El uso de calor con fines terapéuticos no es nuevo. De hecho, civilizaciones de todo el mundo lo han incorporado en su cotidianidad:

  • Finlandia es la cuna moderna de la sauna. Allí, hay más saunas que coches, y se considera un lugar sagrado de relajación, conversación y purificación. No es raro hacer negocios o tomar decisiones familiares importantes dentro de una sauna.
  • Roma antigua contaba con termas públicas donde el calor y el vapor eran parte de la higiene colectiva.
  • Nativos norteamericanos usaban las sweat lodges, cabañas de sudor donde el vapor tenía una función espiritual y purificadora.
  • En Japón, el sento y el onsen también representan el baño colectivo como ritual de sanación.

Estas raíces culturales han dado paso a una comprensión más profunda del uso del calor como herramienta terapéutica integral, que en la actualidad tiene también respaldo científico.

2. Tipos de sauna: una oferta para cada cuerpo

Antes de detallar los beneficios, conviene conocer los diferentes tipos de sauna disponibles en la actualidad, ya que cada uno tiene efectos específicos, estos son los tipos de saunas que los expertos de Saunas Luxe nos comentaron cuando estuvimos en contacto con ellos:

2.1. Sauna finlandesa o seca

  • Temperatura: 70-100 °C
  • Humedad: muy baja (5-20%)
  • Calor seco generado por piedras volcánicas.
  • Es la más tradicional. Produce sudoración intensa.

2.2. Sauna de vapor o baño turco

  • Temperatura: 40-50 °C
  • Humedad: muy alta (hasta 100%)
  • Se inhala vapor caliente. Ideal para vías respiratorias.

2.3. Sauna de infrarrojos

  • Temperatura: 40-60 °C
  • Calor generado por radiación infrarroja que penetra en la piel.
  • No calienta el aire, sino directamente el cuerpo. Muy utilizada para terapias musculares.

2.4. Biosauna

  • Híbrido entre sauna seca y baño de vapor.
  • Temperatura moderada (50-60 °C), con humedad media.
  • Ideal para personas con baja tolerancia al calor intenso.

Cada sauna tiene un perfil de usuario ideal. Las de infrarrojos, por ejemplo, son muy usadas en medicina deportiva por su capacidad de aliviar dolores sin exigir al sistema cardiovascular.

3. Beneficios físicos: salud desde el sudor

La ciencia ha respaldado en las últimas décadas lo que muchas culturas sabían por intuición: el calor mejora la salud física en múltiples niveles. Veamos los principales beneficios comprobados del uso regular de saunas.

3.1. Desintoxicación del cuerpo

El sudor provocado por el calor elimina toxinas a través de la piel: metales pesados como plomo, mercurio y cadmio, y también sustancias como el BPA y los ftalatos. Es una forma complementaria de limpieza al sistema linfático y hepático.

3.2. Mejora cardiovascular

Diversos estudios (como los publicados por la Universidad de Finlandia Oriental) indican que usar sauna con regularidad disminuye la presión arterial y mejora la elasticidad de los vasos sanguíneos. También se asocia a menor riesgo de infarto y muerte cardiovascular.

3.3. Estimula el sistema inmunológico

El aumento de temperatura corporal simula una fiebre ligera, lo que activa la producción de glóbulos blancos y fortalece el sistema inmune. Esto puede ayudar a prevenir infecciones respiratorias comunes.

3.4. Alivio muscular y articular

El calor profundo relaja los músculos, alivia dolores crónicos y mejora el rango de movimiento articular. Es especialmente útil en casos de artritis, contracturas, lesiones deportivas y fibromialgia.

3.5. Mejora de la piel

La sudoración profunda limpia los poros, elimina células muertas y mejora la oxigenación cutánea. Con el tiempo, la piel luce más luminosa, suave y tonificada.

3.6. Estimulación metabólica

Durante una sesión, el cuerpo trabaja intensamente para regular la temperatura, lo que puede acelerar el metabolismo basal y favorecer la pérdida de peso complementaria al ejercicio físico.

4. Beneficios psicológicos: salud emocional y mental

Más allá de lo fisiológico, el uso habitual de sauna tiene un efecto profundo en el bienestar emocional. En tiempos de estrés y sobrecarga, la sauna puede convertirse en un santuario de desconexión.

4.1. Reducción del estrés

El calor induce la liberación de endorfinas, hormonas del placer y la relajación. Además, la quietud de la sauna, sin pantallas ni estímulos digitales, permite una verdadera pausa mental.

4.2. Mejora del sueño

El uso de sauna antes de dormir promueve un sueño más profundo y reparador, gracias a la relajación muscular, la bajada de la presión arterial y el descenso posterior de la temperatura corporal, que favorece el ciclo circadiano.

4.3. Combate de la ansiedad y la depresión leve

Algunos estudios han demostrado que la sauna puede ser útil como coadyuvante en terapias psicológicas, ya que regula neurotransmisores clave como la serotonina y la dopamina.

4.4. Espacio de introspección o socialización

En muchas culturas, la sauna es también un lugar de silencio o conversación íntima, que puede ayudar a conectar con uno mismo o con los demás desde una dimensión más auténtica.

5. Usos terapéuticos específicos

Numerosos profesionales de la salud ya incorporan la sauna como complemento terapéutico. Algunas aplicaciones específicas:

  • Rehabilitación muscular tras cirugías o traumatismos.
  • Tratamiento de resfriados en fases iniciales, especialmente con sauna de vapor.
  • Reducción del dolor en enfermedades crónicas como lupus, artrosis, esclerosis múltiple.
  • Desintoxicación en programas de salud integrativa (post-quimioterapia o exposición ambiental).
  • Control de hipertensión leve, bajo supervisión médica.

6. Contraindicaciones y precauciones

No todo el mundo puede o debe usar sauna. Es importante considerar las siguientes contraindicaciones:

  • Personas con problemas cardíacos graves o marcapasos.
  • Embarazadas, especialmente en el primer trimestre.
  • Enfermedades infecciosas activas.
  • Hipotensión severa o deshidratación.
  • Niños menores de 5 años (y siempre acompañados).

Consejos de uso seguro:

  • Hidratarse bien antes y después.
  • No usarla más de 15-20 minutos por sesión.
  • Evitar el alcohol.
  • Ducharse antes y después para regular la temperatura corporal.
  • Descansar unos minutos tras salir.

7. Beneficios sociales y culturales: el valor del ritual

En muchas culturas, la sauna no es solo una actividad individual, sino un evento social y comunitario.

En Finlandia, por ejemplo, la sauna se comparte entre amigos y familiares. Incluso se encuentra en empresas, parlamentos y residencias. No es solo relajación, es parte de la identidad colectiva.

En Rusia, el banya es un ritual semanal que incluye flagelación con ramas (venik), alternancia con agua helada y socialización prolongada. En Corea, los jjimjilbang son complejos de baños que mezclan sauna, restauración, cine y zonas de descanso.

En todos los casos, la sauna actúa como un espacio intermedio entre lo público y lo íntimo, donde las personas se despojan de lo superficial (ropa, tensiones, jerarquías) y se relacionan desde otro lugar.

8. La sauna en el hogar: bienestar al alcance

Gracias a los avances en tecnología y diseño, hoy es posible instalar una sauna en casa, sin necesidad de grandes obras:

  • Cabinas prefabricadas: modelos de infrarrojos o vapor portátiles que se montan en baños, terrazas o sótanos.
  • Saunas modulares de madera: pueden instalarse en jardín o garaje.
  • Combinadas con duchas de hidromasaje o spas: ideales para viviendas unifamiliares.

Esto permite incorporar el ritual del calor al día a día, sin depender de gimnasios ni centros de wellness. La inversión inicial se compensa con el ahorro en salud, descanso y calidad de vida.

9. Futuro de la sauna: hacia un bienestar más consciente

El auge de las saunas no es una moda pasajera. Responde a una necesidad real de la sociedad actual: reconectar con el cuerpo y la naturaleza del descanso.

Cada vez más hoteles, spas urbanos, centros de yoga o retiros de bienestar incorporan saunas como parte de sus servicios. Y muchas empresas comienzan a ofrecer sesiones de sauna a sus empleados como parte de programas de bienestar corporativo.

Además, la investigación médica continúa profundizando en los mecanismos de acción del calor en el cuerpo humano, con prometedores resultados en áreas como la neurociencia, la medicina del dolor y la longevidad celular.

El calor que sana, el calor que une

En un mundo acelerado, hiperconectado y saturado de estímulos, detenerse a sudar en silencio es casi un acto revolucionario. La sauna, en sus múltiples formas, no solo mejora la salud física y mental: nos devuelve un tiempo de calidad, una forma de habitar el cuerpo con más conciencia y menos prisa.

Su uso habitual puede marcar la diferencia en nuestra energía diaria, nuestro descanso nocturno, nuestra piel, nuestra inmunidad e incluso nuestra forma de vincularnos con los demás.

Más que una moda, la sauna es un legado ancestral que hoy se renueva, una medicina sin fármacos, una pausa térmica que calienta el cuerpo y reconforta el alma.

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