El coworking está creciendo a una media de un 10% anual en nuestro país. A este ritmo, se espera que para el 2030 representen entre un 20 y un 30% de las oficinas reales que utilizan las empresas en España.
Los coworking son espacios colaborativos de trabajo. Lugares donde trabajadores y emprendedores comparten un espacio físico. Con la misma infraestructura, en una mesa puede estar trabajando con su ordenador personal un periodista freelancer y al lado estar sentado un consultor de marketing que está atendiendo a sus clientes.
Un modelo de organización del trabajo y de localización de las empresas que está acorde con los tiempos que vivimos. Donde la flexibilidad y el dinamismo están a la orden del día.
Hoy alquilar una oficina en Barcelona te sale de media 18,54 € el metro cuadrado. Un despacho de 200 metros cuadrados, que sería lo básico que necesitaría un profesional para abrir su despacho, se sube a 3.700 € al mes. Por poco más de 500 € tiene la misma infraestructura, con la posibilidad de atender a sus clientes, en un coworking en el centro de la ciudad. La diferencia salta a la vista.
El precio no es la única causa que está en la base del éxito de los coworking. Los servicios adicionales que ofrecen estos establecimientos son otros de los atractivos que seducen a los empresarios. Y es que un coworking tiene a disposición de sus clientes salsas de reuniones, salones de actos para impartir cursillos o realizar eventos, servicio de recepción y envío de paquetería, y solo lo pagas si lo utilizas.
En los últimos años, los coworking han dejado de ser un lugar en el que trabajaban profesionales autónomos que buscaban ahorrarse algo de dinero, para convertirse en una opción para empresas y hasta para multinacionales.
España apuesta por el coworking.
Así lo pone de manifiesto la revista para pymes Menudas Empresas, quien señala que los coworkings han ampliado su espacio un 42% en nuestro país en los últimos 3 años.
En España hay 1036 coworkings registrados. La mayoría de ellos se encuentran entre Barcelona y Madrid. La provincia catalana está a la cabeza del país, con 265 establecimientos. La Comunidad de Madrid alberga 219, de los que 172 están en la capital.
Este no es un fenómeno que se localice en exclusiva en estas dos regiones punteras. El crecimiento en cuanto a número de coworkings es destacable en ciudades como Valencia o Málaga.
Como ya hemos señalado, una de las características del coworking es su dinamismo y su rotación. En los espacios abiertos, lo que se conoce como espacios compartidos, han llegado a pasar hasta 105.000 usuarios durante el año pasado.
Para muchos freelancers esta es una opción interesante. Además de encontrar un lugar económico en el que trabajar y beneficiarse de toda la infraestructura técnica que le brinda el coworking, pueden conocer profesionales de su sector o que realicen una actividad complementaria con los que establecer sinergias.
Sin embargo, para las empresas, que necesitan un espacio más privado, ese ámbito comunitario les tiraba un poco para atrás. Por esta razón, muchos coworking en la actualidad alquilan oficinas privadas donde pueden trabajar equipos de hasta 10 personas, con un precio noblemente inferior al de una oficina estándar, de esas que podemos encontrar en un edificio de oficinas. Y lo menor de todo, sin la obligación de permanencia.
Hoy, los coworking en nuestro país tienen una ocupación media del 85%. Algo que señala la demanda que tienen estos espacios. Unos establecimientos que están ofreciendo unos servicios a sus clientes que van más allá del ámbito profesional. En muchos coworking encuentras cafeterías, servicio de cáterin y espacios comunes que hacen su uso más agradable.
Los emprendedores están encantados con los coworking.
Esther, que está poniendo en marcha una Start Up y trabaja habitualmente en Mitre, 126 Workspace, un coworking ubicado en el centro de Barcelona, por encima de la Diagonal, entre los barrios de Sant Gervasi y Sarria, en pleno corazón financiero y empresarial de la ciudad condal, está encantada con su lugar de trabajo.
“La recepcionista es muy atenta y muy amable. Es un placer trabajar aquí”. – señala. Y es que para alguien que está empezando, ni en el mejor de sus sueños, podría encontrar unas condiciones tan favorables. La recepción de los coworking se encarga muchas veces de atender las llamadas y de realizar algunas gestiones sencillas, como el envío y recepción del correo. Es casi como tener una secretaria a tu servicio.
Pedro, un diseñador web de Barcelona, que tiene contratada la oficina virtual en un coworking de la ciudad, donde a veces va a trabajar, me dice que no hay color. La oficina virtual es un servicio que ofrecen muchos coworking y que permite a los clientes usar la ubicación física del establecimiento como dirección comercial y domiciliar allí algunas comunicaciones. “Cuando envío un e-mail o indico a mis clientes que la sede de mi negocio está en el centro de Barcelona, se quedan estupefactos. No se lo pueden creer. No es como antes que ponía la dirección de mi piso en el barrio de San Martín. El simple hecho de utilizar la sede virtual me ha hecho conseguir muchos contratos.”
Las grandes empresas también los utilizan.
El digital Comunicae señala en un artículo que los coworking ya no solo los utilizan los autónomos, sino que muchas grandes empresas optan por estos espacios compartidos.
Ha llegado a nuestro conocimiento que empresas como Microsoft, Ebay, LinkedIn, Deliveroo, Accenture, AXN y Lenovo utilizan los coworking para expandirse por el país. De hecho, trabajadores de estas empresas operan en coworking repartidos por toda la geografía nacional.
Esta es una estrategia que permite a las empresas, incluso a las multinacionales, expandirse sin asumir demasiados riesgos. De esta manera, una empresa puede abrir una delegación provincial o regional sin estar obligada a montar una sede estable.
De esta manera se pueden aventurar a explorar territorios nuevos y abrir mercados. A una empresa, por ejemplo, le interesa tener presencia en la Costa del Sol, prevé que es un mercado interesante. Pero no lo ha podido comprobar, ya que nunca ha trabajado ahí. Instalarse provisionalmente en un coworking es una avanzadilla que le permite prospectar el territorio. Si la actividad cuaja, siempre estará a tiempo de abrir una delegación con una oficina propia.
Esta manera de trabajar resulta interesante para los clientes. No es lo mismo conectar con una empresa que tiene su sede en Madrid o en Barcelona que hacerlo con otra que tiene presencia en su provincia. La proximidad aumenta la confianza.
Estas empresas, como cualquier cliente, cuentan con salsas y despachos privados que les permiten realizar una presentación o mantener una reunión de negocios como si tuvieran una sede propia.
Las ventajas de los coworking.
Para comprender el crecimiento que están experimentando los coworking no hay nada mejor que detenernos a sintetizar y enumerar sus múltiples ventajas. Son estas:
- Ahorro de costes. Los espacios de coworking permiten reducir los gastos fijos de una empresa, ya que en una única cuota se incluyen servicios esenciales como conexión a internet, suministro eléctrico, limpieza y mantenimiento. Esto elimina la necesidad de asumir facturas por separado o contratar proveedores externos, lo que supone un ahorro considerable en comparación con el alquiler y gestión de una oficina tradicional.
- Flexibilidad. Una de las grandes ventajas de los coworkings es la posibilidad de adaptar el espacio según las necesidades de cada momento. Las empresas pueden ampliar o reducir su área de trabajo sin penalizaciones ni largos contratos. Algo especialmente útil para startups o negocios con equipos dinámicos. Esta flexibilidad también permite probar nuevos mercados o proyectos sin asumir grandes riesgos.
- Sinergias. Compartir espacio con profesionales y empresas de distintos sectores favorece el intercambio de ideas, la creación de alianzas y la aparición de nuevas oportunidades de negocio. En estos entornos colaborativos es común establecer contactos, generar proyectos conjuntos y ampliar la red profesional de cada miembro.
- Productividad. Trabajar en un entorno diseñado específicamente para la concentración y la eficiencia ayuda a separar mejor la vida laboral de la personal. Los coworkings ofrecen un ambiente profesional mucho más efectivo que el que podemos encontrar con otras opciones como el teletrabajo.
- Ubicación estratégica. La mayoría de los coworkings están situados en zonas céntricas o bien comunicadas, facilitando el acceso tanto a empleados como a clientes. Esto mejora la imagen de la empresa y reduce los tiempos de desplazamiento.
- Infraestructura moderna. Estos espacios están equipados con mobiliario ergonómico, tecnología actualizada y entornos confortables. Todo pensado para crear un espacio de trabajo agradable, atractivo para aumentar la productividad y retener talento.
- Servicios. Los coworkings ofrecen múltiples servicios como conexión a internet de alta velocidad, salas de reuniones, zonas de descanso y cafeterías compartidas, recepción y gestión de correo, limpieza, seguridad, control de acceso, etc.
Los coworkig son un espacio de trabajo que marca un sistema de funcionamiento para empresas, profesionales y emprendedores que está marcando tendencia y que se prevé que no parece de crecer en las próximas décadas.