Existen ciertos objetos que, como consecuencia del material con el que están fabricados, tienen un uso que se encuentra limitado o que está siendo objeto de debate entre la población e incluso entre las esferas que dictaminan las leyes de nuestro país. Uno de los que se ha encontrado en esa tesitura en los últimos tiempos ha sido la bolsa de plástico, que no ha dejado de ser útil para los ciudadanos que acuden día a día a comprar a un supermercado pero que ha tenido que someterse a algún cambio de un tiempo a esta parte.
Los principales fabricantes han tendido en los últimos años a la fabricación de bolsas de plástico que cuenten con materiales reciclables, algo que ha sido recibido con aplausos por parte de la mayoría de la población y que ha hecho que se produzca un repunte de su popularidad. Además, desde las administraciones públicas y desde el sector privado se han realizado diferentes campañas para concienciar a la gente de que la reutilización de las bolsas de plástico es, más que una alternativa, una necesidad.
El Gobierno prohíbe, desde el pasado 1 de julio de 2018, que las tiendas repartan bolsas de plástico de manera gratuita. Ahora, éstas están obligadas a cobrar un mínimo de 5 céntimos a todas aquellas personas que las usen para incentivar el reciclaje y esa reutilización de la que hablábamos en el párrafo anterior. De hecho, y tal y como apuntaba el diario 20 Minutos el pasado 16 de febrero de 2017, el objetivo es disuadir su uso por parte de los ciudadanos.
Pero hay cuestiones que resultan curiosas de todo este proceso pro-reciclaje que viene imperando en España desde hace ya algún tiempo. ¿A que no sabías que hay bolsas de plástico que están exentas de ser cobradas por parte de cualquier tipo de establecimiento? Pues, efectivamente, es así. Tal y como indica el diario Economía Digital, el cual usa para ello los datos de la Confederación Española del Comercio, quedan exentas de cobro aquellas bolsas que necesiten ser usadas por motivos de higiene, por ejemplo las que transportan carne, fruta, legumbres…
En efecto, no todas las bolsas de plástico se pueden cobrar por mucho que diga la Ley. Los fabricantes de bolsas de plástico llevan advirtiendo varios meses de ello. Dichas bolsas son un garante máximo de higiene en el transporte de los productos que más sensibles son a su puesta a temperatura ambiente, como lo son, entre otros, la carne o la fruta. Los empleados de Plásticos Alhambra, con los que hemos hablado recientemente, nos han comentado que el uso de las bolsas de plástico sigue siendo imprescindible precisamente por ese mantenimiento de la higiene entre los productos frescos que se compran en las grandes superficies.
Limitar es la opción adecuada, pero no la de eliminar
De lo que hemos comentado hasta ahora queda claro que eliminar por completo las bolsas de plástico es algo que va en contra de los intereses de los ciudadanos. Sería ilógico, por no decir completamente negligente, el eliminar las bolsas de plástico cuando ofrecen algo tan necesario como lo es el hecho de que un producto pueda llegar hasta su destino de un modo seguro y sano. Nadie se atrevería a poner una queja o algo por el estilo contra eso.
Por otra parte, es cierto que el plástico debe ser limitado en la manera en la que nos sea posible siempre que las bolsas no sean reciclables. Hoy en día, la política de las tres erres ha ganado en importancia y ya son cada día más las personas, las organizaciones, las empresas y las instituciones que la siguen. Reciclar es una obligación para todos y desde los fabricantes de bolsas de plástico es necesario seguir trabajando para realizar bolsas que sean reciclables y respetuosas con nuestra madre Tierra.
Es posible que, como consecuencia de todo lo que hemos comentado en los párrafos anteriores, vuestra opinión sobre el plástico haya cambiado al menos en parte. Para algunas cosas sí que es necesario aprovechar los beneficios que proporciona este material. Y si la salud es una de ellas, es evidente que hay que apostar por el plástico de un modo siempre limitado y respetuoso con nuestro entorno.