Es hora de hacer visible lo que, durante toda la vida, se ha invisibilizado. La sociedad moderna ya cuenta con las herramientas suficientes como para que se den a conocer cosas que siempre se han dejado de lado y que han provocado que muchas personas sufran más de lo que les hubiera tocado. En los párrafos que siguen, vamos a hablar de asuntos como lo son las enfermedades de índole mental, como la ansiedad, la depresión o el estrés. Se trata de temas que padecen muchas personas en los tiempos que corren y es necesario darles el espacio que merecen en la sociedad de nuestros tiempos.
Lo primero que queremos indicar es que esos problemas se ocasionan casi por cualquier cuestión que tenga que ver con nuestro día a día. El trabajo es uno de los principales focos de problemas de índole mental. Las largas horas de trabajo, los problemas que nos ocasionan las diferentes tareas y la cantidad de trabajo acumulado que se nos va generando nos agobia y es una fuente de preocupaciones. La situación personal de cada uno también es relevante en este sentido, porque si nos llevamos mal con algún familiar o incluso con algún antiguo amigo, es fácil que caigamos en la depresión. Y luego también podemos estar expuestos a cualquier cosa que nos pueda pasar: un accidente de tráfico o un suspenso de algún examen.
Son muchas las personas que se ven envueltas en una situación como de la que estamos hablando. En una noticia publicada en la página web de la cadena COPE el año pasado, se establecía que eran más de 4 millones de personas en España las que padecían depresión, mientras que un 15% de la población estaba padeciendo algún problema relacionado con la ansiedad o el estrés. Se trata de datos que ponen de manifiesto un problema grave, el de una mala salud mental, que va a afectar, según esa misma información, a una de cada cuatro personas a lo largo de su vida. Sin duda, hay que hablar de esto y no dejarlo de lado. Eso implicaría el sufrimiento de mucha gente.
En otra información, el diario 20 Minutos hace incidencia en algunos de los datos que se derivan de un asunto como el de una mala salud mental en España. En concreto, se indica que un 40% de la población española padece ansiedad o depresión. Lo peor de todo es lo que se indica en el titular justo después de ese dato: que solo la mitad de las personas que sufren este tipo de problemas se trata. No cabe la menor duda de que este es un dato demoledor y que deja claro que este tipo de asuntos no se deben quedar en un cajón. Al contrario, debemos promover todo lo que tenga que ver con ellos para que la gente vea que estos problemas son mucho más habituales de lo que creemos y se animen a intentar superarlos. De lo contrario, es posible que no lo hagan por el simple miedo al dichoso “qué dirán”.
Es muy complicado hacer frente a una enfermedad psicológica y solo se puede salir de ella si se cuenta con la ayuda profesional que es debida. A lo largo de muchas décadas, tanto en nuestro país como en muchos otros no se ha tenido en cuenta la relevancia que tiene la salud mental en el desarrollo de una vida humana. Afortunadamente, las cosas están cambiando a una gran velocidad y lo están haciendo en todos los ámbitos, incluso en el empresarial. Desde Animus Psicología nos han hecho saber que cada vez son más las entidades que apuestan por ofrecer una garantía psicológica a sus empleados y empleadas. Teniendo en cuenta que buena parte de los casos de ansiedad o estrés se generan por culpa del trabajo, nos parece justo y muy positivo que esto sea así.
Además, lo que concierne a esa atención psicológica se está desarrollando tanto en empresas grandes como en pequeñas. De este modo, estamos consiguiendo que nadie se quede al margen de un aspecto tan fundamental para la vida como el disponer de una buena salud mental, algo que va a jugar un papel muy importante en la consecución de la felicidad, objetivo último que todos y todas tenemos a lo largo de nuestra existencia y que vamos alejando o acercando a medida que he conseguimos éxitos o consumamos fracasos. Proporcionar servicios como la atención psicológica es una de esas cosas que nos permite constatar que estamos viviendo en ese Estado del Bienestar del que tanto se habla en los contextos políticos y en los informáticos.
No debemos dejar de lado a niños ni a personas mayores
Hablábamos en el párrafo anterior de la necesidad de que nadie se quedara al margen de todo lo que tiene que ver con la atención psicológica en las grandes y las pequeñas empresas, pero es verdad que no podemos limitarnos solo a eso. Hay personas que no se encuentran trabajando pero que tienen problemas psicológicos que, como en cualquier otro caso, requieren de una cierta atención. Los dos casos principales son los que afectan a los más pequeños y a los ancianos, que suelen ser dos grupos frecuentemente olvidados cuando abordamos un asunto como el de la salud psicológica de las personas.
- En el caso de los niños, existen más casos de los que creemos. Los más pequeños también tienen muchos motivos por los cuales pueden sufrir depresión, ansiedad o estrés. El fallecimiento de un padre o madre, el hecho de estar sufriendo bullying en el colegio o el divorcio de sus padres pueden ser motivos más que de sobra para que padezcamos alguno de esos males. Por desgracia, son muchos los niños que se encuentran en un tipo de situaciones como las que estamos describiendo.
- En cuanto a los ancianos, es un grupo de población con el que deberíamos tener una mayor empatía. Todos vamos a ser ancianos en algún momento de nuestra vida, así que bien haríamos en tratarles como nos gustaría que nos trataran. Buena parte de los problemas psicológicos de los ancianos tienen que ver con el hecho de que se sienten situados al margen de la sociedad y creen que su opinión no es tenida en cuenta.
Por suerte, en España son cada vez más las personas de estos dos grupos de población que piden ayuda cuando consideran que tienen algún problema psicológico. Muchos niños y ancianos ya se han acostumbrado a pedir esa ayuda que tan necesaria es y que va a marcar la diferencia entre la buena salud mental y la que sí se encuentra en riesgo. Ojalá que siga creciendo el volumen de personas de esos dos grupos que acuda a su psicólogo o psicóloga para paliar todos y cada uno de los problemas que considere que tiene en su mente. Esa siempre va a ser la primera manera de conseguir una mejora sustancial en nuestra vida.
Es importante, además de todo lo que ya hemos venido indicando a lo largo de los párrafos anteriores, que mantengamos en todo momento la paciencia cuando empezamos un tratamiento ligado a mejorar nuestra salud mental. Las cosas no se van a solucionar en una sola sesión, sino que van a ir encaminándose poco a poco. Es importante que no tengamos prisa, sino que caminemos sobre una senda sólida y bien cimentada. Este es uno de los planos de la vida en los que las prisas pueden ser más peligrosas. Por tanto, cuanto más alejadas se encuentren de nosotros y nosotras en este sentido, mucho mejor y más fiable será nuestro tratamiento.
La sociedad en su conjunto tiene que darse cuenta de la relevancia que tienen asuntos como de los que estamos hablando para la vida de las personas. Y es que, en caso de que se tenga algún problema de índole mental, hay que actuar. No es fácil encontrarse en una situación como la que ocasionan la depresión, el estrés o la ansiedad y es preciso que sepamos que hay oportunidades de encontrar una salida, por muy difícil que nos parezca en un momento dado. Son demasiadas las personas que se han tenido que ver envueltas en problemas de este tipo durante toda su vida y que jamás salieron del atolladero. Hoy en día, por suerte, sí que tenemos los medios para tratar de salir adelante en este sentido.
Hay más conciencia, más medios para dar a conocer nuestro problema, más profesionales especializados en la materia y más apuesta por la solución de este tipo de problemas por parte de las instituciones. Y esas son siempre buenas noticias de las que nos tenemos que valer para intentar salir de una situación tan difícil. Mirad bien a vuestro alrededor: puede haber personas que presenten síntomas de ansiedad, estrés o depresión pero que ni siquiera sean conscientes de ello. Si sospecháis que esta situación se está produciendo en algún caso cercano a vosotros, no dudéis en plantear a esa persona la visita a un profesional que le pueda brindar ayuda. Estaréis ayudando a una persona a encontrar el camino de la felicidad.