Después de trabajar varios años como dependienta y haber ahorrado algo de dinero sabía que era mi momento de lanzarme a la aventura, ese ahora o nunca, que a veces nos invade cuando sabemos que la única razón por la que no damos el paso es esa falta de valor que solemos enmascarar de miles de diferentes excusas.
Según estas excusas empezaban a perder más y más fuerza, empecé a plantearme seriamente que era el momento de apostar por una sola idea y de ir a por todas.
Hacía tiempo que quería montar una Tienda Online de Ropa Vintage, me parecía una idea de negocio muy rentable, ya que la venta de indumentaria es una forma de hacer dinero relativamente rápida y fácil.
Sabía que necesitaba que mi negocio significara una forma de ayudar y concienciar a las mujeres de mi comunidad en una forma de consumo más sostenible como es el promover un consumo responsable.
Por otra parte, en un negocio de Ropa Vintage, tu principal proveedor puede ser tu propio armario, o bien el de familiares o amigos con la ropa que ya no usan.
De hecho, gran parte de mi inventario corría a cuenta de mi hermana, una compradora compulsiva siempre obsesionada con estar a la última moda.
De hecho, mi hermana era una de esas compradoras online con varias apps instaladas para estar al tanto de todas y cada una de las ofertas de la ropa de última tendencia. Le gustaba tanto la moda que no tardó en sacar partido de ello trabajando como blogger.
Conocía las mejores tiendas no solo de compra de Moda de todo tipo, hasta compraba a proveedores que solo vendían al por mayor.
Su preferida era HHG, una tienda que viene ofreciendo ya desde 1985 dos colecciones anuales de moda de mujer al por mayor y de máxima calidad y a precios muy ajustados para mayoristas de ropa de mujer, profesionales y tiendas de moda.
Con una colección de ropa de mujer que viste a la mujer actual, moderna y cosmopolita. De hecho, una de las cosas que más le gusta a mi hermana de esta marca es lo mucho que se puede expresar su personalidad con cada outfit diario, desde los más elegantes, hasta los más cotidianos. Blusas, chaquetas, ponchos, y vestidos en estilos de lo más original.
El papel de mi hermana en mi empresa se fue haciendo cada vez mayor, de hecho, no lo había pensado así en un principio, pero terminé por ofrecerle que fuéramos socias del negocio.
Y es que era ella toda una experta en estilismos y en cómo relacionarnos con los medios, el marketing le salía de una forma tan natural que sabía que sería un desperdicio de mucho talento no ofrecerle un puesto en mi pequeña empresa.
A ella le encantó la idea y pronto nos pusimos manos a la obra, lo cierto es que más que ser un obstáculo para nuestra relación, el hecho de compartir un negocio nos unió más que nunca. Algo que, por otra parte, nunca me hubiera imaginado.
Las Ventajas de apostar por la Ropa Vintage en mi negocio de Moda
Lo mejor de todo es que la primera persona a la que conciencié en su forma de consumir fue a mi propia hermana que terminó convirtiendo el consumo responsable en uno de sus temas favoritos para postear en su blog.
De hecho, empezó a ganar en popularidad a medida que se mostraba más auténtica y responsable con su forma de consumir.
Por otra parte, se dio cuenta de que las tiendas de segunda mano son, hoy en día, espacios modernos con una oferta especializada y con cada vez más adeptos e incondicionales a este estilo.
Tanto mi hermana como yo sabíamos que una de las claves para el éxito de nuestro negocio iba a ser contar con una gran cantidad de ropa vintage de calidad. Si bien, una de las maneras de obtener un gran inventario de calidad de forma rápida es comprando ropa vintage al por mayor, visitar tiendas de caridad y locales, así como revisar contenedores de ropa usada, nosotras lo teníamos más fácil.
En lo que se tarda en hacer un par de llamadas mi hermana convenció a algunas de las bloggers más influyentes que conocía a cederle bastante ropa. Solo con la aportación de algunas de sus amigas teníamos más que suficiente para empezar. Es curiosa la cantidad de ropa que pueden acumular algunas compradoras compulsivas.
Al apostar por un negocio de moda más sostenible no solo conseguíamos trabajar por un proyecto afín a nuestros principios, sino que además demostró ser realmente rentable.