Como miope soy un eterno portador de gafas, lo que es realmente algo que no importa a día de hoy por el hecho de que las gafas se han configurado como un elemento de moda, incluso cuando no es necesario llevar gafas. Berto Romero, el famoso humorista, siempre tiene el chiste de llevar gafas sin cristales.
Pero esto no ha sido así siempre, llevar gafas era en la escuela un verdadero trauma, ya que aquel que las llevaba era objeto de insultos y desprecios por parecer distinto. Y esto lo dice una persona que fue niño, y que desde los ocho años empezó a llevar gafas, es decir yo mismo. Incluso hoy es común ver cómo algunos niños se meten con aquellos que llevan gafas.
La realidad es que llevar gafas cuando tienes un problema de vista es algo pesado, muy pesado, y no precisamente porque las gafas pesen, sino porque estás atado a ellas. Cuando te levantas lo primero que haces, después de apagar el despertador es coger las gafas, ya que de otra manera no verías ni dónde estás.
También es muy incómodo el hecho de que tienes que depender de las gafas para todo, por ejemplo cuando vas a la playa o a la piscina puedes sentirte como si estuvieses en el laberinto del minotauro, y cuando te descuidas te ves buscando tu toalla o sombrilla como si fueras un lemur en pleno día.
Muchas de estas situaciones se pueden corregir con el uso de lentillas, aunque estas no son para todo el mundo. Las lentillas parten de la base de que una película se centra en el ojo para permitirte ver adecuadamente. Pero las lentillas no te permiten ver de igual manera, por un lado porque dependiendo de la graduación la calidad de la imagen no es la misma, y por el otro porque se generan destellos y luces cuando conduces o te de La Luz directamente, cosa realmente incómoda. Aun así las lentillas no puedes utilizarlas en todas las situaciones, ya que llevar lentillas a la oficina puede ser un suplicio cuando se enciende el aire acondicionado, haciendo que se seque el ojo. Y lo peor de todo, siendo esta una opinión personal, es que sigues sintiendo que tienes algo pegado al ojo, lo que te hace sentir realmente extraño.
Pero por suerte, la ciencia médica ha avanzado hasta el punto de que podemos hacernos operaciones láser para corregir los problemas de la vista. Este es el tema en el que nos centraremos en el artículo de hoy, ya que vamos a hablar de ella y de la información previa a operarte en centros especializados.
Qué debes de tener en cuenta al operarte
En primer lugar la cirugía láser ocular es una intervención quirúrgica en la que mediante un rayo láser se remodela laforma de la córnea (esta parte del ojo es la parte abovedada, redonda y transparente que cubre el ojo), con el objetivo de mejorar la manera en la que se enfocan los rayos de luz en la retina.
Lo primero que debes de saber es que este tipo de cirugías se realizan en clínicas oftalmológicas profesionales, ya que no puedes dejar tus ojos en manos de alguien que no maneje las técnicas quirúrgicas. En el caso de mi familia, tenemos confianza en COC, una clínica oftalmológica con una gran carta de servicio en la que poder confiar.
En segundo lugar, hay que hablar de a quien van dirigidas este tipo de operaciones. Pues bien, este tipo de operaciones no tienen límite máximo de edad, pero si que se recomienda un mínimo de veinticinco años, ya que para poder realizar una operación de cirugía láser la miopía tiene que estar estabilizada, y a partir de los veinticinco años es cuando la vista suele estabilizarse. Las mujeres embarazadas deben tener en cuenta que no es el mejor momento para operarse en este estado, ya que lo mejor es esperar hasta después de la lactancia.
La operación es un proceso realmente rápido e indoloro que no tiene un postoperatorio complejo, más allá de tener cuidado de que tus ojos no reciban mucha luz, y esto se consigue simplemente con unas gafas de sol. Después de la operación será como si un milagro hubiera sucedido, y podrás ver sin necesidad de gafas.